jueves, 25 de febrero de 2016

GEOLOGÍA NATURALEZA

  

La Hoz del Jándula

Un ejemplo paradigmático de erosión remontante

En el curso a través de su hoz, el río Jándula establece la curiosa singularidad de cruzar la alineación de la Sierra Madrona y pasar de correr por el Valle de Alcudia con vocación al Guadiana, a internarse en Sierra Morena, corriendo hacia el Guadalquivir.
la importante diferencia de cotas entre ambas cuencas en la zona del Valle de Alcudia, produce una importante erosión remontante desde el río Guadalquivir y el encajamiento de la red del río Jándula, que es quien recoge las aguas de esta comarca y las drena hasta el río andaluz. 

De hecho, es curioso como en realidad el río Jándula que discurre de Norte a Sur cortando las estructuras geológicas, no nace en ninguna parte, sino que capturando cursos serranos Este-Oeste que antes drenarían al Guadiana, el Ojailén, el Fresneda, el Montoro, el Robledillo... adquiere su nombre en el límite provincial con Jaén… un reflejo quizás de que el Jándula se ha ido configurando desde su desembocadura y no desde su nacimiento.

Los crestones que conforman las alineaciones serranas en la comarca del Valle de Alcudia y Sierra Madrona se hallan dentados por fracturas de desgarre que originan importantes desenganches de las alineaciones. Aprovechando tales estructuras, la red fluvial ha logrado mediante encajamiento remontante labrar profundos barrancos que atraviesan de lado a lado los crestones cuarcíticos dando lugar a escabrosas hoces…
Este es el caso de la Hoz del Jándula, una profunda y espectacular hendidura con desniveles de más de doscientos metros, labrada en las capas ordovícicas de cuarcita armoricana, las cuales presentan una estructura anticlinal cuyo eje es transversal a la alineación del río. A lo largo de su curso se suceden varias hoces más por cierto: hoz de Riofrío, Hoz de Fresneda…, ninguna tan espectacular como la denominada del Jándula.
La Cuarcita Armoricana: 
trazadora de las macro estructuras geológicas

Dentro de la secuencia estratigráfica paleozoica de esta región y de prácticamente toda la Zona Centroibérica destaca la unidad de cuarcitas blancas conocida como “Cuarcita Armoricana” que por su resistencia a la meteorización y erosión produce relieves alineados que forman las características sierras.
La denominación de “Cuarcita Armoricana” proviene de la formación análoga que se encuentra en el Macizo Armoricano francés y se utiliza para designar una unidad litoestratigráfica cuarcítica, depositada en una plataforma marina somera, muy ancha, estable y homogénea que existió hace unos 480 Ma., en el Ordovícico inferior (Arenigiense).
Esta unidad es la que flanquea los grandes pliegues de la región, incluido el valle de Alcudia, siendo la que forma las sierras que delimitan el valle.
Se puede pensar que el Jándula ha elegido el camino más difícil, lamiendo y abriéndose paso entre los bancos de dura cuarcita, cuando algo más al Este podría haber encontrado un camino más fácil y franco, pero este no es sino el resultado de la asombrosa sobreimposición de su curso, desde el inicio, a una de estas fallas Norte-Sur que cortan transversalmente la disposición de las capas.

Todo esto hace que el valle de Alcudia constituya un espectacular ejemplo de evolución geomorfológica, no solo como relieve de tipo Apalachense, heredado de la erosión post-varisca, sino con la remodelación cuaternaria por la erosión remontante reciente del río Jándula.
El Valle de Alcudia: Esbozo Geológico


El Valle de Alcudia situado en la Zona Centro-ibérica del Macizo Hespérico, es un gran anticlinal de dirección ONO-ESE formado durante los plegamientos del orógeno Hercínico, hace 320 Millones de años. Esta gran estructura alcanza una anchura de 15 km y una longitud de cerca de 125 km. Tras los retoques tectónicos alpinos, la zona quedó expuesta a la erosión, entre la que se intercalan pequeños y anecdóticos procesos sedimentarios y volcánicos.
El anticlinal de Alcudia está acompañado tanto al norte como al sur por los sinclinales de Puertollano y de Solana del Pino. El de Puertollano tiene además un Carbonífero post-hercínico productivo. Más hacia el sur del de Solana del Pino quedan el Anticlinal de Sierra Madrona y la Sinforma de los Pedroches.
En el interior del anticlinal se reconocen dos conjuntos rocosos denominados de forma informal como Alcudiense inferior Alcudiense superior, los cuales se encontrarían entre sí en discordancia angular. El conjunto del Alcudiense inferior, de edad Precámbrico terminal se compone de una monótona alternancia metamórfica de grauwacas y pizarras negras formada en un ambiente turbidítico con un espesor estimado entre 4.000 y 6.000 metros.
El Alcudiense superior  de edad Precámbrico Terminal-Cámbrico está compuesto por litologías más variadas, con conglomerados, grauwacas, areniscas, pizarras laminadas y algunos lentejones de carbonatos. Se asocia a ambientes submareales someros de plataforma siliciclástica inestable.
Se recomienda sensibilidad, optimismo y tener los sentidos alerta para empaparse de la magia del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Corcheros, ganaderos, cazadores, pastores, colmeneros, guardas y visitantes estamos obligados a disfrutar y mantener este espectáculo…


Debo añadir que el recorrido mostrado en esta entrada no es en absoluto seguro, siendo incluso peligroso. El tránsito por la hoz presenta escarpes elevados y los montes a su alrededor son fincas privadas. Además, en época primaveral, la presencia de visitantes puede molestar a la fauna que ocupa los cortados.




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